El presente programa se sustenta sobre la base de planteamientos que se han establecido en diversas cartas apostólicas y encíclicas, donde el Papa Francisco valora y reconoce la importancia que reviste la interculturalidad en la sociedad actual.
Bajo las nociones de acoger, proteger, promover e integrar a los diferentes pueblos, el Santo Padre en su mensaje al Foro Social Mundial de las Migraciones en México (2018) invitó a la iglesia universal y a la sociedad en su conjunto a sintonizar con estas necesidades.
Inspirado en estas nociones, este programa responde a las demandas de una realidad país en la que hoy en día, la presencia de diferentes culturas se convierte en un eje de contingencia nacional. Así, el entablar diálogos y respeto mutuo se vuelve un ejercicio fundamental para una convivencia armónica entre las diferentes comunidades, permitiendo el florecimiento firme de la riqueza cultural tanto en nuestra comunidad universitaria como en el territorio nacional. Tal como refiere el Papa en la exhortación apostólica Querida Amazonía:
Desde nuestras raíces nos sentamos a la mesa común, lugar de conversación y de esperanzas compartidas. De ese modo, la diferencia que puede ser una bandera o una frontera se transforma en un puente. La identidad y el diálogo no son enemigos. La propia identidad cultural se arraiga y se enriquece en el diálogo con los diferentes y la auténtica preservación no es un aislamiento empobrecedor (Querida Amazonia, Papa Francisco, 2019: 37)
Así, por interculturalidad entendemos el respeto y la promoción de la diversidad cultural bajo el supuesto de un reconocimiento común de los derechos humanos y de la dignidad que posee cada persona independiente de su pueblo de origen, género, edad, pertenencia territorial y religión. La interculturalidad asume entonces que las culturas y las personas que pertenecen a ellas se enriquecen a través del contacto que se establece entre unas y otras. Considera que el intercambio, el diálogo y la interacción positiva son elementos críticos de una sociedad plural.
De esta manera, la interculturalidad promueve y valora aquellas acciones que propenden a reconocer tanto las bases culturales distintivas como aquellos rasgos comunes que pueden existir entre las culturas, favoreciendo el entendimiento mutuo, la empatía y aspiraciones compartidas. El respeto por la diversidad cultural es enteramente compatible con el esfuerzo por encontrar valores y experiencias comunes y con el logro de una adecuada armonía, ya sea de experiencias o de propósitos, entre grupos culturalmente diversos. También detecta y caracteriza los rasgos problemáticos que ejercen resistencia para las prácticas interculturales virtuosas, los que son superados en base al entendimiento mutuo y la aceptación de las miradas divergentes.
El programa también busca promover la interculturalidad en un sentido más amplio, donde se reconozca la diversidad cultural de estudiantes, académicos/as, investigadores/as y funcionarios/as extranjeros/as que provienen de distintas regiones del mundo y que forman parte de la comunidad universitaria. En este contexto, se buscará identificar mínimos comunes que deberán ser establecidos en el programa de interculturalidad, los cuales apunten a fortalecer esta noción en la manera como la universidad se piensa a sí misma y a la sociedad chilena a partir de la diversa matriz cultural que la caracteriza. De esta manera, se espera que este programa promueva un cambio cultural significativo en nuestro entorno universitario, que contribuya a reconocer y valorar la interculturalidad como un aspecto central de nuestra institución universitaria.